La edad o la genética no son los únicos factores que predisponen la aparición y el desarrollo de la artrosis. Existen otros factores que aumentan el riesgo de sufrirla, como son la obesidad y el sobrepeso.

Estudios previos habían demostrado que las personas con un mayor índice de masa corporal tienen más riesgo de desarrollar artrosis, especialmente en mujeres. Ahora, además, un nuevo estudio lo confirma. Y no solo eso, sino que va más allá y muestra que el sobrepeso también condiciona la gravedad y el dolor en caso de sufrir esta enfermedad reumática.

Estudios realizados demuestran que un sobrepeso del 20% multiplica por diez el riesgo de sufrir artrosis en la rodilla. Además, los pacientes obesos tienen en su sangre niveles hormonales alterados que aceleran el desgaste del cartílago y promueven la inflamación, por lo que no solo aumenta el riesgo de artrosis sino también en las manos y los codos.

La artrosis se produce cuando el cartílago que recubre las articulaciones –en manos, rodillas, cadera o cuello– comienza a desgastarse, lo que hace que los huesos se rocen entre sí con el movimiento. En el trabajo, mencionado anteriormente, la investigadora Elizabeth Weiss y su equipo analizaron datos de casi 5000 personas de entre 45 y 79 años participantes en un estudio de los Institutos Nacionales de Salud, de los que 1390 padecían artrosis de rodilla, 3284 estaban en riesgo de desarrollarla y 122 no tenían ni siquiera factores de riesgo relacionados.

En dicho estudios se recopilaron también datos acerca de su índice de masa corporal (IMC) y del grado de dolor que sufrían a la hora de realizar actividades cotidianas. Al comparar los resultados, vieron cómo los pacientes con un mayor IMC sufrían más dolor, con independencia de lo dañadas que estuvieran sus articulaciones.

El exceso de peso puede intensificar la cantidad de estrés de las articulaciones que soportan el peso de las rodillas, reconocen los autores del estudio, que también apuntan a algunas hormonas asociadas con la obesidad que también podrían afectar a la gravedad de la artrosis y al dolor ocasionado. “Por ello, dado que la enfermedad es progresiva y sus efectos son irreversibles, tratar de bajar de peso podría servir para reducir el dolor de estos pacientes”, afirma Weiss, que añade: “Podríamos decir que este es el mejor tratamiento para estos pacientes en muchos casos, por encima de medicamentos analgésicos o antiinflamatorios”. Importante recordar que existen numerosos alimentos para ellos. Por ejemplo las espinacas, un remedio contra la obesidad.

Al margen de este, existen otros estudios que asocian no solo la obesidad, también el sedentarismo, con el origen de muchas enfermedades.