A menudo escuchamos lo importante que es cuidarse para llegar a la vejez con una buena salud. Lo cierto es que, los hábitos que tengamos a lo largo de nuestra vida, ayudan a afrontar la tercera edad con una mejor calidad de vida. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud -OMS– , si se eliminaran algunos factores de riesgo como el tabaco y el alcohol, se prevendrían  un gran número de casos de padecimientos cardiovasculares y diabetes.

El llegar a ancianos significa tener que afrontar una serie de cambios físicos y psicológicos y, en muchas ocasiones, la aparición de enfermedades. Entre todas ellas, existen algunas más comunes. ¿Sabes cuáles son las enfermedades más letales de la etapa adulta?

Enfermedades cardiovasculares

Afecta a mayores de 40 años y se deben, entre todas razones, a una mala alimentación y poco ejercicio físico. Pueden padecerse en forma de infarto y cardiopatías isquémicas.

Neumonía

El impacto de esta enfermedad se agrava durante la vejez debido al debilitamiento del sistema inmune.

Diabetes

Es una enfermedad que se produce cuando el páncreas no puede fabricar insulina suficiente o cuando ésta no logra actuar en el organismo porque las células no responden a su estímulo.

Las personas que padecen este trastorno tienen más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.

Cáncer de próstata o de cuello de útero

Afectan a personas de más de 40 años. Es importante que todo el mundo se realice de forma rutinaria exploraciones desde una edad temprana, ya que la detención prematura de estas enfermedades puede ser vital.

Leucemia o “cáncer de sangre”

Es una enfermedad de la sangre por la cual la médula ósea produce glóbulos blancos anormalesEstas células se dividen y se reproducen, lo que genera una proliferación de células alteradas que no mueren, por lo que se acumulan y van desplazando a las células normales. Esta disminución de células sanas puede ocasionar dificultades en el transporte del oxígeno a los tejidos, en la curación de las infecciones o en el control de las hemorragias.

Aunque, a medida que nos hacemos mayores se va incrementando el riesgo de padecer distintas enfermedades, debemos acudir siempre a un especialista para intentar llegar a una detección rápida y conseguir así una mayor efectividad en los tratamientos clínicos.